La música es una de las expresiones del arte más sublimes que proporciona diversos efectos tanto a nivel emocional como a nivel afectivo e intelectual, y que además se presenta de manera intangible y se desarrolla en el tiempo. Igualmente la música es un medio de expresión sin límites que llega a lo más íntimo de cada persona y manifiesta diferentes expresiones de las ideas y de los sentimientos; por otra parte, la música percibe de los sentidos todos los aspectos que ayudan a entender las distintas manifestaciones del saber, así como el goce musical en sus diferentes expresiones para todos los gustos.
Conjuntamente, la música es una forma universal de lenguaje que, a través de la construcción humana combina sonidos secuencialmente para producir diversos efectos, entre ellos: estéticos, expresivos, de seducción al oído, y que se canalizan a través de la armonía, la melodía y el ritmo.
Al ser reproducida por diversos instrumentos musicales, la música se sustenta mediante acciones psicomotoras de alto nivel que se ajustan alterando estados emocionales conscientes e inconscientes reflejados en cada una de las diferentes culturas.
“La música es esencialmente un juego de sentimiento sobre sentimiento. Se aprecia sólo en la medida que despierta el sentimiento y sólo puede ser expresada mediante el sentimiento.» (Carl Seashore 1938).
Desde la época de la antigua Grecia, se le dio especial significado al tema musical, al punto de considerarla como un arte inspirado y protegido por las musas, y que a su vez se integraba conjuntamente con la poesía y a la danza. En ese mismo contexto se podían diferenciar dos tipos de música: aquellos desde lo tradicional, basados en la trasmisión cultural, y la profesional, que contaba con un respaldo de registros escritos de notaciones musicales y letras de canciones.
Para los griegos, la música siempre ocupó un papel sobresaliente en el sistema educativo y en la formación del individuo, dado que la conexión que establecieron entre la música y la formación del carácter humano permitió que fuera considerada como la mejor propuesta para cultivar el alma, conseguir el equilibrio y entrenarlo para complementar el desarrollo psicomotor. Esto, al punto que todos los ciudadanos contaban con formación musical desde la primera infancia para que se les facilitara el conocimiento de conceptos básicos para la interpretación de un instrumento musical, el desarrollo vocal para cantar melodías, y poder integrarse a las celebraciones de la comunidad y de la familia, entre otros. Como se puede inferir, creyeron en el potencial pedagógico de la música por lo que estuvo muy presente en la formación de los niños y jóvenes.
Simultáneamente, la música como medio social tuvo diferentes finalidades que repercutieron en diferentes pueblos. Mientras los griegos constituían leyes que estaban destinadas al debate y a las decisiones colectivas, subrayaban en la música el alcance ético y de la responsabilidad moral de los habitantes en razón a la relación que se estableció entre la música y la formación del ser humano; lo contrario sucedía en Esparta, en donde las leyes estaban destinadas a mantener un estado castrense, en el cual la música exaltaba a la madre patria y el sentido del orden a través de decisiones enérgicas militares, y en donde se destacaron los redobles de tambores y cornetas que incitaban a la ofensiva o a la declaración de límites territoriales.
Hoy en día, diversos estudios en cuanto a las pedagogías musicales han demostrado que la música contribuye en gran medida a los procesos formativos en la primera infancia, dado que se fortalecen aquellos relacionados con el desarrollo de la personalidad, la inteligencia, la memoria, la creatividad, la audición, y al desarrollo psicomotriz. Por tal razón es de vital importancia que el niño se encuentre desde muy temprana edad en contacto con la música con el fin de que pueda ampliar aspectos musicales con la misma naturalidad con que se expresa oralmente, y además para que pueda enraizar dentro de sí la habilidad musical que con el paso del tiempo llegará a potencializarse en mayor o menor medida.
Este hecho convierte a la enseñanza de la música en un desafío tanto para el docente como para el estudiante, puesto que el fin último de dicha enseñanza es la promoción de la creatividad del estudiante en la generación de nuevos sonidos y nuevos ritmos propios plagados de sentimiento que el propio aprendiz imprime a través del instrumento musical.
Por otra parte, las aportaciones a la pedagogía musical desde la segunda década del siglo XX, han calificado a la educación musical como un derecho humano que no debe estar proscrito solo a una minoría de músicos excepcionales y virtuosos que seguramente llegarán a ser concertistas; sino a extender las posibilidades a todas las personas como se enfatiza en el currículo educativo de algunos países.
“Una simple educación intelectual no podía ser suficiente para el niño, era necesario, además de una instrucción, una cultura sensorial y afectiva” (Willems, 2001, p 23)
Adicionalmente, se ha podido comprobar y demostrar que la música está presente en otras áreas del saber y que contribuye de manera indirecta a enseñar otras cosas. Por ejemplo en la matemática: el lenguaje musical está conformado por el ritmo que a través de la métrica musical se le brinda diferentes valoraciones en cuanto a la velocidad y el tempo: 2/2, 3/4, 4/4, 6/8, etc; en la física se puede apreciar en las propiedades del sonido, como la acústica y la reverberación, que provienen justamente de una vibración en el aire como la altura, el timbre, la intensidad y la duración, y que se miden con parámetros físicos, ondas senoidales, refracción, difracción, eco, espacialidad y absorción, por enumerar algunas. Igualmente la música se encuentra presente en las ciencias naturales cuando la relacionamos con el aparato respiratorio, las cuerdas vocales, y el oído, entre otras.
Por su parte en la lengua, en la literatura y en los idiomas, la música se ve reflejada en la lírica de las canciones, la ópera y la zarzuela, que además de escritas en español, en su mayoría estas obras están en italiano y en inglés. Cabe anotar que muchas de las terminologías de las partituras y las técnicas instrumentales también son del italiano, como: adagio, allegro, molto presto, prestissimo, portato, staccato, legato, etc.
Asimismo, la geografía, la sociología y la antropología se presentan en la música cuando se exhiben otras manifestaciones existentes en diferentes culturas del mundo y en la interculturalidad, de hecho los festivales folclóricos son de gran aceptación en Europa, Estados Unidos y Asia; seguidamente, la música hace presencia en educación física, cuando esta se relaciona directamente con la coordinación psicomotora, la expresión corporal, la rítmica corporal, y la danza, en actividades lúdicas y profesionales como las bandas de marcha y el porrismo, entre otras.
Por su parte, la música toma gran relevancia en la historia, cuando se enmarca en el estudio de las épocas que han desarrollado las diferentes corrientes musicales, además de las obras musicales que responden a un contexto histórico particular. En este sentido se tienen casos concretos de sectores sociales que han tenido una notoria influencia dentro del campo musical como es la iglesia. De hecho, el canto gregoriano durante la Edad Media marcó una ruta importante en el desarrollo musical durante esta etapa del progreso histórico musical, puesto que los monjes religiosos tuvieron gran poder en medio de una sociedad prácticamente iletrada en aquel entonces. De este modo, se observa cómo a través la música fue posible integrar conocimiento, devoción y obediencia en los habitantes de aquella época. Su antítesis se encuentra en la música de los juglares y trovadores quienes en las calles también contaban sus historias por medio de ritmos y melodías contrarias a los cantos sublimes eclesiales.
Posteriormente, en el Renacimiento se encontró que la música estuvo rodeada de amplios vientos de poder por los monarcas, quienes se convierten en los patrocinadores de los artistas musicales con el fin de que a costa de un salario, tocaran y cantaran en salones, y eventos sociales. La música en esta etapa del Renacimiento fue testigo del nacimiento de la imprenta y con ella fue posible la impresión de las primeras partituras escritas en notas musicales que permitieron su fácil divulgación y un mayor perfeccionamiento del campo musical. De hecho en ese entonces la música se convirtió en una especie de profesionalización donde el músico debía dedicar gran parte de su vida a este arte profesionalmente.
Lo anterior a modo de ejemplo, de la influencia de la música en el desarrollo histórico y cultural de la humanidad, puesto que existen muchos otros periodos influenciados por la música; se podría mencionar al Barroco, y al período Clásico hasta llegar a nuestro siglo, entre otros. El hecho es que la música ha permitido que las diferentes clases sociales y culturales, sin dejar de lado a los grandes compositores que vivieron en alguna u otra época determinada, hayan plasmado a lo largo de su historia en las notas musicales su origen, su esencia y su razón de ser.
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